Como ya se había hecho mención anteriormente, la zona de influencia de el Triunfo abarca los siete municipios en donde se localiza la reserva: Acacoyagua, Ángel Albino Corzo, La Concordia, Mapastepec, Pijijiapan, Siltepec y Villa Corzo.
La población que habita en la reserva es mayoritariamente joven y registra altas tasas de crecimiento. El 89% de las localidades de la región cuenta con menos de 100 habitantes y en ellas se encuentra cerca del 20% de la población rural.
De acuerdo con los datos del Censo de Población de 1990 (INEGI, 1991a), en los municipios donde se encuentra la reserva habitaban 229,280 personas, de las cuales 117,949 eran hombres (51.44%) y 111,331 mujeres (48.56%). Entre 1980 y 1990 la tasa anual de crecimiento de esta zona fue del 4.38%. La densidad promedio de población en 1990 fue de 20 hab/km2, con importantes variaciones intermunicipales, desde 11 hab/km2 en Ángel Albino Corzo, hasta 61 en Acacoyagua.
Dentro de la reserva existían 221 localidades, con una población de 14,217 habitantes, de los cuales 7,621 eran hombres (53.60%) y 6,596 mujeres (46.40%). La densidad de población está representada desde 7.35 hab/km2 en 20 localidades correspondientes a Villa Corzo, hasta 24.82 hab/km2 en 22 localidades de Ángel Albino Corzo.
Una gran parte de la población en la zona de influencia de la reserva está dedicada a la producción.
Producción agrícola
Para 1990, en la región existían 26,532 unidades de producción, entre propiedades privadas, ejidales y mixtas, las cuales reportaron una superficie de labor de 332,737- 92 has, de las que el 0.56% (1,864-730 has) recibían riego; 95.79% (318,752-576 has) eran de temporal y un 3.64% (12,120-622 has) estaban registradas como de riego y temporal (SPP, 1991).
Los rendimientos del cultivo de maíz son desde menos de 1 hasta 3 ton/ha. Dependiendo de la disponibilidad de tierra para el maíz, las parcelas se dejan descansar 1 o 2 años, aunque esta práctica se ha ido perdiendo por la creciente demanda de terrenos. esto significa que cada vez más terrenos son despojados de su vegetación original y por lo tanto una mayor parte de los ecosistemas desaparece ya que al ser preparados mediante la técnica de tumba-roza y quema en zonas arboladas está presente el riesgo de un incendio.
El cultivo de frijol El frijol es un cultivo de autoconsumo asociado al maíz. Presenta una distribución similar dentro de la reserva, pero ocupa superficies menores. Se utilizan terrenos de 0.5 ha en promedio, generalmente en laderas. Esta actividad tiene consecuencias graves, pues transforma completamente la vegetación original, además de que se ocupan como terrenos de cultivo fundamentalmente las laderas con pendientes fuertes y sometidas a lluvias intensas, lo cual propicia la pérdida de suelos y biodiversidad. Además, dada la baja producción se genera la consecuente necesidad de abrir nuevas parcelas cada 2-3 años, a costa de bosques y selvas.
Otro problema al que se enfrenta la reserva es la producción pecuaria. Esta actividad tiene un impacto grave, pues transforma completamente la vegetación original; también los bordes de la selva o bosques son ramoneados, evitando el crecimiento de renuevos. La principal zona ganadera en la reserva se encuentra en la Vertiente del Pacífico, en las cuencas Pijijiapan, Coapa y Margaritas.
Producción forestal
Aprovechamientos de fauna
Estos aprovechamientos incluyen la cacería de autoconsumo, la cacería comercial (venta de carne) y el tráfico de animales. La primera constituye una alternativa de complemento a la dieta familiar y las dos últimas se llevan a cabo como alternativas de ingreso familiar. La cacería de autoconsumo se realiza prácticamente por todas las comunidades asentadas dentro de la reserva; es una práctica comúnmente asociada a la recolección de palma. El destino de los productos de la caza son los restaurantes de las cabeceras municipales de la Planicie Costera. El tráfico de fauna silvestre se lleva a cabo en los ejidos de la Vertiente del Pacífico, en baja escala y se comercializa en cabeceras municipales o directamente en las carreteras que comunican a la zona (IHN, 1995a; 1995b).
Incendios forestales
La mayor parte de los incendios forestales en la reserva y la región de influencia tienen su origen principalmente en el descuido de agricultores y ganaderos, quienes queman sus terrenos como preparación para siembra de maíz y la renovación de pastos para el ganado, sin tomar las medidas precautorias para evitar que estas quemas traspasen las áreas agrícolas y se conviertan en incendios que afectan extensiones considerables de bosques, selvas, cafetales y otros tipos de vegetación y usos del suelo. La Frailesca es una de las regiones de Chiapas con mayor incidencia de incendios forestales. La porción noroeste de la reserva es una de las más afectadas por este tipo de siniestros, los cuales tienen efectos negativos variables de acuerdo al tipo de incendio. En promedio, la superficie afectada anualmente por estos siniestros es de alrededor de 600 ha. La mayor parte de los incendios son de tipo superficial, esto significa que el daño es mínimo; sin embargo, muchos de éstos se repiten anualmente en las mismas zonas, por lo que debilitan el arbolado y propician la incidencia de plagas y enfermedades.
Problemática
En general la problemática de la Reserva está directamente relacionada con las condiciones, oportunidades y desarrollo de las actividades humanas. La agricultura, como ya se vió anteriormente, es la principal actividad económica en la zona. El café es el cultivo más importante, tanto por superficie ocupada como por su destino comercial, y si añadimos el cultivo del frijol y la ganadería junto con los incendios forestales provocados por el descuido de los agricultores y la alta taza de natalidad y la creciente demanda de recursos naturales se pone en grave riesgo a la reserva, por ello es importante crear estrategias de conservación de la biodiversidad y programas para el desarrollo sustentable.
El instituto
nacional de ecología y la semarnap han propuesto una zonificación de acuerdo a
las características de la reserva en
cuatro políticas generales; protección (zona núcleo), conservación (zonas de
amortiguamiento), aprovechamiento (zona de amortiguamiento), y restauración
(zona de amortiguamiento) cada zona sujeta a una serie de normas que regulan el
uso de los suelos.
Normas de
uso
Los usos
permitidos dentro de las zonas de protección son el científico, el técnico, educación
ambiental, y recreación. Para poder realizar cualquiera de dichas actividades
se debe contar con la autorización de la dirección de la reserva y la delegación
federal de la semarnap. Sólo se permiten visitas en Palo Gordo y Campamento el
triunfo, el número de visitantes no deberá exceder de 50 al mismo tiempo y los
visitantes deberán asegurarse de no dañar ni alterar el ecosistema.
Dentro de
las zonas de conservación que de hecho son las zonas productivas, se permite
las plantaciones de café orgánico, aprovechamiento de palma, ecoturismo,
sistemas de producción agroforestales, aprovechamientos forestales, y
aprovechamiento de plantas medicinales.
En todos los
casos en que se pretenda realizar las actividades consideradas se deberá
procurar mantener y mejorar las condiciones
de la vegetación nativa para evitar la interrupción o fraccionamiento de
hábitats. Dichas actividades serán reguladas por la SEMARNAP con el fin de
minimizar el impacto sobre los recursos naturales. Se fomentará el ecoturismo y
las actividades recreativas de manera organizada y planificada para evitar el
deterioro del ecosistema, y se evitará disponer de residuos sólidos para evitar
la contaminación y asegurar mantener la reserva en buen estado y preservar los
ciclos biológicos naturales. Se deberá modificar las actividades que
actualmente provoquen impacto en los cuerpos de agua y en los suelos
especialmente las relacionadas con el café, que es la actividad que mayor
impacto causa, y mantenerlas controladas
y monitoreadas para evitar que excedan los límites permitidos. Todos los
aprovechamientos forestales deberán apegarse de manera estricta a los
reglamentos establecidos en la ley forestal, la LGEEPA y las normas oficiales
mexicanas.
Dentro de
las zonas de aprovechamiento el ecosistema ha sido dañado incluso hasta el
punto de desaparición del ecosistema original en estas zonas se permitirá el
desarrollo de actividades económicas tales como sistemas agrosilvopastoriles, silvopastoriles, establecimiento de milpas, plantaciones de frutas y ganadería
intensiva. Todas estas actividades serán reguladas por los reglamentos
establecidos en la ley general del equilibrio ecológico y protección al ambiente.
Se pretende remplazar los métodos tradicionales de siembra por métodos que no
alteren más el medio y posiblemente en caso de ser posible, restauración de
ciertas áreas.
En las zonas
de restauración se pretende recuperar terrenos que presentan niveles avanzados
de erosión y volverlos a su estado natural, para ello se permitirán solo
aquellas actividades productivas que no signifiquen mayo deterioro de las
condiciones naturales y se implementará estudios que permitan restaurar dichas
zonas.
Se espera
obtener resultados en un mediano plazo ya que la población requiere tiempo para
ir remplazando progresivamente sus costumbres y aceptar los nuevos sistemas
además se requiere brindar educación ambiental a todas las personas que habitan
en la zona de influencia de la reserva para que aprendan a valorar el
ecosistema y comprendan la importancia de conservarla. También se requiere
implementar un sistema de vigilancia para garantizar que las normas
establecidas sean respetadas así como identificar cuales zonas son más
propensas a la erosión o los incendios. Además es necesario crear un programa
de ayuda que brinde apoyo económico a los agricultores cuando sus cosechas se
vean afectadas por algún incidente y no logren alcanzar los niveles de
producción esperados. Si logramos que se respeten las normas tanto por los
habitantes de la reserva como por los visitantes lograremos preservar esta
reserva junto con todos sus ecosistemas y así asegurar su continuidad y la de
todos los recursos que nos brinda.